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Mostrando las entradas de junio, 2024

una crítica necesaria

  Una crítica necesaria ¡Oh! inmortal Poseidón el del furioso tridente A ti me encomiendo en esta difícil empresa Propicia que este velero llegue a buen puerto Permíteme llevar a cabo los designios de Afrodita Nacida de las olas ¡Oh! Calíope, augusta entre las musas Haz florecer el jardín, trae la rima... E ra imperativa la escritura de una puya real, Doctorísimos y Doctorísimas, una que les recuerde que no están por encima de la crítica constructiva. La academia somos todos y en ella también puede haber oposición ¿Acaso los ilustres maestros de antaño no se ‘enfrentaban’ genuina y regularmente a sus discípulos? ¿No eran aquellos días de charlas filosóficas escenarios donde se daba a luz la verdad a martillazos? ¿Qué ha sucedido con la filosofía de la historia y la metodología de la investigación? ¿Por qué, mis estimados doctores y doctoras, se irritan ante un modesto manojo de palabras que un humilde artesano de la sátira les dedica? Es necesario irrumpir en las aulas y da

Basta de genios incomprendidos

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  Basta de genios incomprendidos A fán, fanatismo, apatía, falta de modestia y terquedad. La academia está colmada de seres majestuosos que siempre tienen la razón y jamás se equivocan. ¿Eso significa ser un académico? ¿Perder la empatía por ganar un nuevo estatus? ¿O es perder lo que somos por unas cuantas monedas? Llevo años estudiando en la universidad y he notado cómo en cada cohorte surgen los mismos tipos de estudiantes arrogantes: altaneros, que nunca están equivocados y cuya pedantería los lleva a levitar en los escenarios académicos y extraacadémicos. Se salen antes de tiempo, se las saben todas… más que una universidad, parece una guardería de niños grandes. Esto, sin mencionar a aquellos y aquellas que se burlan a diestra y siniestra de sus compañeros, tildándolos de envidiosos, brutos o celosos. ¿No saben, acaso, que la educación debe ser transformadora y no otro estímulo que provoque la diferenciación social? Estos niños en cuerpo de pseudo adultos reiteran repetidamen

punto y seguido

  PUNTO Y SEGUIDO   Volvamos a cerrar lentamente los ojos mientras la aurora nos brinda su beso. Punto y seguido. Abraza el lado de la vida y espera mientras los gigantes victoriosos pasan junto a ti. Únete a su caminar. Déjate seducir por sus palabras. Entona sus canciones mientras el sol lentamente se alza de nuevo, y luego reflexiona en silencio mientras las contradices. Enciende una vez más la llama del regocijo. Mantén la calma en la tempestad y muerde tus labios hasta que brote sangre. Ruega de nuevo a tu destino. Envuélvete de nuevo en tus palabras y revive los momentos ya vividos. Colócate de nuevo de tu lado y abre lentamente los ojos mientras la luna baña tu cuerpo. Siéntete libre otra vez. Punto final.   EV.

¿Se sacrifica la calidad por la cantidad?

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  ¿Se sacrifica la calidad por la cantidad?   Hace falta un poco de humildad y sobriedad entre los nuestros. Dejar de lado tanta cursilería con la fuente, tanto secreto con lo que escribimos y tanta vergüenza por decir lo que sentimos, aunque no sea políticamente correcto, en público. Los terrenos de la enseñanza y la difusión de la Historia no se escapan de los delirantes y paródicos escenarios de los que muchas disciplinas son víctimas: sus protagonistas se creen el cuento de que son seres míticos. Tantos artículos publicados por los mismos sujetos y decenas de charlas en auditorios a medio llenar han servido para darnos cuenta de una cosa: nos hablamos entre nosotros y todo siempre es sobre nosotros. Claro está que, para ser aún más interesantes, tomamos vino de uvas a la salida, cual banquete griego, y nos damos palmaditas en la espalda entre nosotros. ¡Qué maravilla de comité de aplausos! ¿No es decepcionante ver hasta dónde hemos llegado los supuestos ‘intelectuales’