La mezcla

El amor es aritmética

El dolor es lenguaje

La poesía es la quimera, la mezcla

En suma, un problema matemático, una ecuación

Transformada al idioma del amante o del deprimido

Parece que la poesía es solo para los tristes

O los enamorados,

Desgraciado de mí, que únicamente soy la primera

La miseria me hunde en el fondo de acantilados y precipicios

Me encuentro en medio de una caída constante,

Y nunca me acostumbro al vértigo de la altura

¿Este precipicio es realmente la tristeza?

Mejor lo nombramos desesperación,

Y saboreamos el trago amargo de la aceptación

Y seguimos cayendo, con la certeza de saber

Que nunca tocaremos el fondo


Anónimo

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