Los combates por la verdad
Los combates por la verdad “¿Por qué los colombianos y colombianas dejamos pasar durante años este despedazamiento de nosotros mismos?”, se preguntó y preguntó al auditorio Jorge Eliecer Gaitán, el padre jesuita y director de la Comisión de la Verdad: Francisco de Roux. Tomó aliento y cuestionó de nuevo: “¿Por qué la seguridad que rodeaba a los políticos y a la gran propiedad no fue seguridad para el pueblo, los resguardos y los sectores populares que vivieron la avalancha de las masacres?” Poco espacio hubo para el silencio. El monologo de De Roux fue como un balde de verdades frías para la audiencia. Un discurso conmovedor y cruento que solo se vio opacado por el mínimo espacio dado a las víctimas para hablar en aquel momento. Era su espacio, y, aun así, no se les dejó tomar el micrófono. Esto no fue impedimento; o bueno, jamás lo ha sido. Decenas de gritos retumbaron el claustro pidiendo ser oídos. Retomar la palabra. Una palabra que despierte y que recuerde, que motive y que co